Reto de Escritura Creativa #4: Febrero 2020 -Elefantes

Desde que he vuelto a este mundillo de los blogs estoy descubriendo verdaderas maravillas. No es que antes no las hubiera, recuerdo mucho a los amigos que hice desde que empecé en 2006 y a algunos reencontré en facebook. Hemos vivido nuestras vidas en paralelo comentando nuestras fotos y nuestros pequeños escritos. Por que facebook no va a superar nunca la creatividad de un blog. Es por eso que he vuelto.

Después de rehacer el blog con otro aspecto y mudar el antiguo a este nuevo he visitado muchos lugares de escritores y amantes de la literatura. ¡Qué placer encontrar gente como ellos y como yo!

Y rebuscando entre redes del mundo he encontrado uno muy  interesante:


Un blog para quedarse a deleitarse. Os invito a que os paséis por él, y no os hago spoilers de los que encontrareis. 

A traves del Blog literario Amaranto he descubierto este otro:


Y lo más interesante: Sus Retos de Escritura Creativa. 

Se trata de escribir un relato a partir de unas palabras que ellos proponen y un reto opcional que puedes escoger o no y con una extensión máxima de 750 palabras.

Ya van por el #4 y yo me he unido a ellos. 

Aquí va mi relato donde hay que incluir estas tres palabras: elefante, foto y aguijón (en singular o plural) El reto opcional es que alguno de los personajes ha perdido la memoria. 

Y para empezar yo me he atrevido con este:

VIDA DE UN ELEFANTE



Me pesan las patas, no sé a dónde voy. El sol languidece hacia el oeste, ¿o era el este? ¡Uf! A saber por dónde sale el sol y por dónde se pone. Fue aquel ser de la tribu de los hombres quien me enseñó a caminar cuando mi madre murió al nacer yo. Y me enseñó a mirar el sol al amanecer y al anochecer para saber en qué lugar estaba. Pero ha pasado tanto tiempo, no sé si he perdido algo de memoria y solo unos pequeños recuerdos me atormentan a veces. Trozos de vida que se parecen a ratos de cosas que no sé si he vivido. Las fotos que los niños se hacían en el zoológico, ellos tan pequeños y yo tan enorme. Ellos tan felices y yo tan perdido. Me daban de comer y me limpiaban cada día, no me faltaba el agua, pero cuando miraba aquellas rejas no podía reprimir una lágrima. Estaba solo, aunque no me faltara de nada.

Los hombres mirándome y riendo con sus dientes tan blancos y su piel tan oscura. Miraban mis colmillos, oro puro, pócimas para el amor, sabían cuánto valían y se les escapaba la avaricia por el rabillo del ojo. De repente recuerdo cuando era un cachorro y pensaba que me querían a mí y poco a poco fui descubriendo que sólo deseaban los colmillos que servían para mi defensa. Mi defensa en la selva porque del hombre es imposible defenderse. Ni de los aguijones que se me clavaban desde lejos cuando me dormían para hacer sus experimentos conmigo.

Era un zoológico muy pequeño en Nairobi, los anuncios de los carteles así lo decían. Unos pocos leones y tigres, algún orangután y un cocodrilo en un lago artificial. Nada más. Y la principal atracción era yo. El gran elefante blanco y sus colmillos de obsidiana negros, completamente negros. Una rareza de la naturaleza, “un dios”, decían algunos, “un demonio”, escupían otros. Y todos ellos me miraban horas y horas intentando descifrar de dónde había salido.

Fue Nana quién llegó un día y me compró. Los ojos de mis cuidadores se abrieron como platos cuando escucharon la cifra. Los hombres son tan estúpidos que se matan por cifras. Y Nana me sacó de allí, y Nana me llevó a un reserva natural y Nana me cuidó como sólo se cuida a un hijo. Pero Nana se fue, como nos vamos todos cuando llega la hora. Y antes de irse dejó mucho dinero para alguien en especial. Alguien que estuviese conmigo hasta que, una vez me llegara el ocaso supiera llevarme a ese lugar infinito y maravilloso, donde solo llegan los que tienen que morir. Y allí, con mis patas cansadas y sin aliento me quedé muy quieto y dejé que unos ángeles llegaran y me llevaran de regreso con mi madre, en un lugar verde y frondoso donde no había hombres. Aquí espero ver sus luces y sus manos abiertas para recoger mi alma. Al fin y al cabo mi vida no fue tan triste, seguramente muchos de mis hermanos yacen en cualquier sabana sin colmillos, desangrados por la codicia del hombre. Mi último pensamiento es que sin hombres la naturaleza seguiría su curso eterno. Sin duda, los hombres se extinguirán tarde o temprano. La naturaleza volverá a vivir con sus leyes y sin ambición. Vivir de la manera adecuada: dejando que los demás vivan en paz.

Es tarde, se hace de noche, y veo esas luces maravillosas que se acercan. Ahora, por fin, soy libre.

9 comentarios:

  1. ¡Hola Charo!
    Ya estoy por aquí de vuelta y muy emocionada ante la presentación tan atenta que haces de mi blog.
    Te agradezco infinito tu buen compañerismo y me alegro de saber que te ha gustado la variedad de contenido que ofrezco a mis lectores. Como esta alusión a los interesantes retos de escritura creativa que cada mes convoca la web Café Literautas y que además ya veo que efectivamente te ha motivado a participar.
    Bueno, tu relato me ha dejado maravillada, puesto que has sabido crear una interesante estructura. Creo que no le falta de nada, tiene calidad, ternura, sabiduría y anima a la reflexión. Estoy segura de que les encantará también a los compañeros de la web.
    Un abrazo.

    P.D. Como es la primera vez que participas, pues te informo de que se suele publicar un listado donde van numerados todos aquellos relatos participantes del reto mensual y de acuerdo al lugar que ocupe tu escrito, es obligatorio dejar comentarios en los tres relatos que van a continuación del tuyo. En el caso de que ocuparas los últimos puestos, seguirías con los que va al inicio.
    En cuanto al resto de relatos, eres libre de comentar o no.
    ¡Feliz fin de semana!

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    1. Muchas gracias por tus palabras y tus ánimos. De verdad que me encantó tu blog y todo lo que he descubierto a través de él. Te agradezco que me digas lo de comentar los relatos participantes en Café Literautas, así lo haré.

      He estado un tiempo alejada de la escritura por demasiado problemas personales y familiares, espero encontrar la calma suficiente para poder volver a escribir sin miedo. sólo por el placer de dejarme llevar por las letras y la imaginación.

      Actualmente asisto a un taller de escritura en el pueblo donde vivo, es cada quince días y me lo paso genial. Sobre todo con los deberes. Creo sinceramente que aprender cada día cosas nuevas es lo mejor que nos puede pasar.

      Te sigo con interés, amiga.

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  2. Muchas gracias por tus palabras y tus ánimos. De verdad que me encantó tu blog y todo lo que he descubierto a través de él. Te agradezco que me digas lo de comentar los relatos participantes en Café Literautas, así lo haré.

    He estado un tiempo alejada de la escritura por demasiado problemas personales y familiares, espero encontrar la calma suficiente para poder volver a escribir sin miedo. sólo por el placer de dejarme llevar por las letras y la imaginación.

    Actualmente asisto a un taller de escritura en el pueblo donde vivo, es cada quince días y me lo paso genial. Sobre todo con los deberes. Creo sinceramente que aprender cada día cosas nuevas es lo mejor que nos puede pasar.

    Te sigo con interés, amiga.

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  3. Molt bon relat, plasma molt bé les creences de la Natura, la natura com un gran espirit i és un espirit molt senzill.
    M'agradaria coneixer millor a Nana.
    Bona feina.

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  4. Un relato muy tierno y bonito, Estrella no hay quien te supere en tu forma de escribir. Un abrazo.

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  5. A Estrella no hay quien la supere. Tiene una manera de comunicar que enamora. Gracias por pasarte por aquí!

    Un abrazo!

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    1. Bueno, hago lo que puedo, aunque a ti también se te da muy bien escribir y se nota tu experiencia. Esta fábula es precisamente un claro ejemplo de ello.
      Muchas gracias, Charo, por ser tan generosa con lo que mejor o peor escribo.

      Un abrazo.

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