Reto de escritura creativa #6 Abril 2020 - Sé Creativo con esperanza
En marzo era el
aniversario de Xènia.
El día de su cumpleaños
era el más feliz del año. Siempre se reunía toda la familia, hacían aquellas
comidas andaluzas del abuelo y todos estaban contentos. Este año no estaba la
abuela. Se fue a su cielo un 28 de diciembre, como no podía ser otro día. Era
una mujer a la que le gustaba colgar el muñequito de los santos inocentes en
las espaldas y se reía con los nietos del abuelo que lo llevaba a la espalda.
También era una mujer de misa, buena y querida por todos. Un día se durmió y ya
no despertó y seguro que continuaba haciendo sus bromas y yendo a misa. La
echaba tanto de menos.
Y ese día los tíos comían y primos comían y reían, el padre y la madre se
sentían orgullosos de sus dos hijos y de vez en cuando se les escapaba la
mirada hacia ellos y les invadía una especie de tristeza porque se hacían mayores.
Todos se hacían mayores. Pero todos estaban juntos.
Así que ese día no podía ser de otra manera. Los padres escondían nerviosos los
regalos, Xènia hacía como que no sabía nada, pero aquella actitud ensayada de
los dos le daba la risa. Qué poco sabían disimular. Y ella, hacía como que no
se enteraba de nada. Era como el día de los reyes magos, todos en la cama
esperando que se hiciera de día para abrir los regalos.
De golpe tocaron las ocho de la tarde en el reloj del comedor. Era la hora de
los aplausos a todas las personas que estaban trabajando a pesar de que muchos
no podían salir de casa. Aplaudían a todos los que se estaban jugando la vida
por ellos.
Y abrieron la ventana, la policía estaba en la puerta de casa, los vecinos en
los balcones y ventanas y de los coches sonaban y todos cantaban el cumpleaños
feliz y aplaudían y Xènia reía como loca porque todos se habían acordado de
su día.
Lo que no sabía, era que su madre, unos días antes había hecho correr
por WhatsApp que cumplía años y había pedido al ayuntamiento si
la podían felicitar como ya habían hecho con otros niños y niñas del
pueblo.
Hacía casi veinte días que estaban confinados en casa por el coronavirus, nadie
podía salir. Pero se podía decir que, a pesar de no juntar la familia y comer y
reír todos juntos, la gran familia que era su pueblo le había felicitado a lo
grande.
¡Qué gran día de cumpleaños!
hola, me a gustado, me gusto la idea del reto de escritura creativa! quiero participar, puedo??
ResponderEliminarte voy a seguir!!
saludos