Repisas y jaulas

 




Circulan por la redes algunos vídeos sobre las residencias de ancianos. No he querido ver ninguno de ellos. La pena es demasiado grande.

Pero siempre te llega algo, en uno dicen que encerraban a los ancianos en las habitaciones con llave y estos aporreaban las puertas para que les abrieran, en otro dos auxiliares vejaban a una pobre mujer.

Y todo esto, que aunque no quieras saber alguien te lo suelta así sin anestesia después de que mi madre muriera en una residencia, después de pasar dos meses en una habitación de la que no podía salir ni ver a sus familiares. Sólo llamaron el día anterior a su muerte para que uno de los hijos fuese a estar con ella.

... y piensas tantas cosas, y recuerdas tantas cosas. Ella no quería ir, nunca quiso acabar sus días en un lugar así. Y la cabeza no me deja descansar. Y hay quien te dice cosas que es para enviarles al infierno directamente. Poco respeto por nuestros ancianos, poco respeto por los que tenemos al lado,  poco por los vecinos, menos por los hermanos, ninguno para los muertos.

Yo nunca quise que mi madre fuese a una residencia... y ahí lo dejo. Que cada uno piense lo que quiere, pero a veces pienso que si la hubiese visitado cada semana como hacían otros "buenos samaritanos" la hubiese sacado de allí, juro por Dios que me la hubiese llevado. Por eso no iba a verla. Por eso me consumía en mi cama por las noches cuando nadie me veía. Por eso me va a costar tanto perdonar a los que los hicieron.

Circula una frase por ahí que dice que llevamos a los niños a las guarderías y a los ancianos a un asilo y luego nos compramos un perro para que nos haga compañía. Ya sé que muchos os vais a llevar las manos a la cabeza y en redes sociales me han llovido insultos por poner esta frase. Eso pasa cuando alguien tiene una conciencia poco tranquila pero duerme muy bien por las noches.

No todos los casos son iguales, por supuesto y yo te entiendo perfectamente, hay personas que se vuelven agresivas con la enfermedad y necesitan cuidados especiales y alguien 24 horas al día con ellos. Yo lo entiendo. Y entonces pienso en mis abuelos y bisabuelos, que murieron en su cama, en su casa. Es muy duro hoy en día poder compaginar el trabajo que tenemos con el cuidado de niños y ancianos. Lo entiendo. 

Pero mi madre nunca quiso acabar su días sola, en una habitación sin ver a sus hijos y a su marido que eran la única ilusión de su vida. Por eso, desde mi soledad, no voy a poder perdonar tan fácilmente a los que lo han hecho y sé que con esto me condeno a mí misma. Pero, entendedme, era mi madre.

Canción Para Dormir a Un Viejo

Silvio Rodriguez




8 comentarios:

  1. Hola Rosa, te entiendo y mucho , a veces la circunstancias de la vida nos hacen hacer cosas que nunca teníamos en mente.
    No te machaques, tu sabes el amor hacia tu madre y eso basta.
    Un abrazo muchas gracias por tu visita.

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    1. Gracies, Campirela. El dolor es muy grande por diversas circunstancias, pero todo se irà poniendo en su lugar y sólo hay que dejar pasar el tiempo. Dicen que el duelo puede durar un año y hau que pasarlo sí o sí. Y en eso estoy.

      Un abrazo

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  2. Me ha fascinado tu ntrada Eres unica y genial

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    1. Muchas gracias por pasarte por aqui.

      Un fuerte abrazo y seguiremos escribiendo y leyéndonos.

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  3. Hola Rosa hay decisiones muy complicadas pero culparse no ayuda, seguro que hiciste lo que podías para que estuviera lo mejor posible, otra cosa es que lo que ha pasado con las residencias no se puede permitir y tenemos que obligar a la administración a repensar el futuro para nuestros mayores, no vale que sean un aparca-ancianos.
    Te dejo un enlace que a mi me ha parecido muy interesante.
    https://www.consultorartesano.com/2020/08/tras-5-anos-de-visitas-a-una-residencia-de-mayores.html
    Un abrazo

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  4. Hola, Conxita.

    Muy buen artículo y lo cierto es que tiene mucha razón. Los ancianos son y seremos cuando lleguemos un negocio, yo también soy del baby boom de los 60.

    Lo único que puede decir respecto a a mi madre es que puedo imaginar lo que pasaba por su mente consciente e inconsciente encerrada en una habitación sin ver a sus hijos, nietos y a mi padre, que murió en diciembre y la psicóloga del centro recomendó no decirle nada. Después de tener siete hijos y una vida de GRANDES, pero muy GRANDES sacrificios murió como ella diría "sola como un perro" (eso lo decía mucho durante su vida) (te vas a ver sola como un perro) (mírala, sola como un perro). Me remuerde la conciencia que seguro que pensaría que la habíamos abandonado allí para quitarle lo poco que tenía. El sentimiento de sentirse abandonado por los que más quieres es el peor de todos.

    Es por eso que, sea lo que sea que han hecho con nuestros mayores si nos quedamos quietos y no decimos nada lo harán con nosotras y también con nuestros hijos e hijas. Así de cruel es la historia que se repite y se repite.

    Un abrazo

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  5. Triste, muy triste, cuando los seres humanos somos desechables...

    Paz

    Isaac

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